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| Massiel Peña y su esposo en la Torre Eiffel de París, Francia |
Santo Domingo Oeste, 01 diciembre 2016.- La controvertida decisión de colocar una réplica de la torre Eiffel, monumento simbólico de Francia, en la isleta frente a la Plaza de la Bandera entre las avenidas Luperón y 27 de Febrero, responde, según se ha dicho, a un capricho de una hija del alcalde Francisco Peña, quien habría accedido al deseo de su descendiente.
Massiel Peña es la hija predilecta del alcalde, quien, de acuerdo a informaciones recabadas por multimedio DominicanosHoy, siempre se ha esforzado en complacerla en todas sus peticiones.
La joven, quien está casada y tiene dos hijos, se ha declarado como una amante de la cultura francesa, así como de sus monumentos y lugares emblemáticos.
La fascinación de Massiel por la cultura francesa es tal, que según personas cercanas a ella y que pidieron reservas de sus nombres, su casa la adorna con varias réplicas de la torre Eiffel y que incluso en el frente de la residencia se observan de ellas.
Dijeron que Massiel está tan identificada con esa cultura que cuando un amigo o pariente visita esta nación, siempre le pide que le envíen imágenes de los lugares que visiten y como regalo una réplica de la torre Eiffel.
La colocación en el referido lugar de la torre es como atractivo navideño a los residentes de este municipio, puesto que será adornada con luces de colores alusiva a la época. En el lugar el Ayuntamiento acostumbra levantar un arbolito con la ilustración de un nacimiento del Niño Jesús.
La idea del alcalde Francisco Peña lo ha envuelto en un debate público, puesto que una gran parte de la ciudadanía y los medios de comunicación han manifestado su rechazo a la instalación, ya que ha significado una inversión que pudo hacerse en otra área de más prioridad.
Al ofrecer detalle sobre la adquisición del monumento, el alcalde ha explicado que era propiedad del hotel Hispaniola y que originalmente costaba RD$2 millones, pero le fue vendida mediante un proceso legal acorde a la Ley de Compra y Contrataciones, a un costo de medio millón de pesos.
También se ha sincerizado sobre el origen del monumento, al declarar que no sabe de qué país es, ni si representa al municipio que dirige, ya que no es historiador ni antropólogo, pero que su intención es llenarla de luces y alegrar al pueblo dominicano con motivo de la navidad.
“Yo no sé si es la torre de Francia, de Alemania, de Guayubin, lo que queremos es alegrar al pueblo en Navidad”, indicó el alcalde.
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